Hablemos de… guisantes
(Jodo Fer, pero empiezas el blog ¿hablando de guisantes? Ah! Y encima soltando un taco en tu primera palabra! Qué maravilla! Así somos…)
Pues sí, voy a hablar de guisantes en el primer post del blog. ¿Por qué? Pues porque me parece un tema tan random para «romper el hielo» que me facilita la labor de ponerme a escribir, para qué mentir. Si fuera un tema más… Trascendental o «importante»… ya estaría con mis dudas de si compartirlo públicamente o no. Pero ¿hablando de guisantes? No hay problema… No creo vamos.
Nutrición y Beneficios: Los guisantes son más que simples acompañamientos en tu plato. Son fuentes ricas en proteínas, vitaminas A, C, K, y minerales como hierro y zinc. Además, tienen un bajo índice glucémico, lo que los hace perfectos para mantener tus niveles de energía estables.
Congelados vs. Frescos: ¿Sabías que los guisantes congelados pueden ser tan nutritivos como los frescos? Según estudios, algunos nutrientes se conservan mejor en los productos congelados debido a que se procesan en su punto máximo de madurez.
Guisantes Frescos
- Sabor y Textura: Los reyes del sabor y llenos de nutrientes. Son como pequeños superhéroes verdes en tu plato. Frescos y crujientes, perfectos si los cultivas tú mismo o los compras en el mercado local.
- Nutrición: Los guisantes frescos están repletos de vitaminas y minerales, especialmente cuando se consumen en temporada.
- Disponibilidad: Pueden ser difíciles de encontrar fuera de temporada y requieren más preparación (pelarlos).

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Guisantes Enlatados

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- Conveniencia: Los MVP de la conveniencia. Solo ábrelos y listo. Pero ojo, pueden tener un poco de sodio extra. A veces, el sabor y el color no son tan top como los frescos, pero te sacan de un apuro.
- Nutrición: Pueden perder algunos nutrientes durante el proceso de enlatado y suelen tener conservantes.
- Sabor: Tienden a ser más blandos y menos vibrantes en color.
Guisantes Congelados
- Equilibrio: La opción perfecta para tener siempre a mano. Congelados al pico de frescura, son tan buenos como los frescos. Mantienen su color y sabor, y son súper fáciles de usar en cualquier receta.
- Nutrición: Mantienen la mayoría de sus nutrientes gracias al proceso de congelado rápido.
- Versatilidad: Pueden ser añadidos directamente a sopas, guisos, y ensaladas sin necesidad de descongelar primero.

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Conclusión
Así que, ya sabes, si puedes, ve por los frescos. Pero si quieres algo rápido y fácil, los congelados son tu mejor opción. ¡Que viva el guisante!
Mensaje para Max
Max, no sé qué te depara el futuro respecto a este tema. Si no tienes tu propio huerto urbano o un amigo con un pulgar verde, la mejor opción es ir por los congelados. Te durarán más, y son casi igual de ricos y verdes que los frescos.